Psicología para adolescentes
¿En qué consiste?
Podríamos definir la adolescencia como un período de transición que se da entre la niñez y la edad adulta y que se extiende desde la pubertad hasta el inicio de la etapa adulta (a partir 18-19 años).
Esta etapa trae consigo una oleada de hormonas que pueden intensificar los estados de ánimo y que desencadenan dos años de crecimiento físico rápido que, por lo general, empieza en las niñas hacia los 11 años y en los niños alrededor de los 13. Durante esta etapa tiene lugar la maduración sexual aunque ya unos años antes suelen experimentar los primeros sentimientos de atracción.
La explosión hormonal tiene efectos directos sobre el desarrollo del sistema límbico, que es el responsable del control de las emociones, y que en los adolescentes más jóvenes, cuyos lóbulos frontales en desarrollo no están suficientemente maduros para reprimir impulsos, podrían explicar la impulsividad ocasional, sus conductas de riesgo, a veces adictivas y las denominadas “tormentas emocionales” observadas en portazos, música a todo volumen, conductas desafiantes hacia los padres, etc. De esta forma, parte de ciertas conductas que preocupan a los padres podría tener su justificación en factores madurativos independientemente de las características y circunstancias de su entorno. También aparecen con frecuencia dos pensamientos erróneos: 1º. La suposición de que todo el mundo le observa constantemente (Audiencia imaginaria). 2º. Muchos adolescentes pueden pensar que sus experiencias personales son únicas y que sus padres u otras personas no las entenderán (Fábula personal).
La adolescencia es una etapa que se caracteriza especialmente por períodos de inestabilidad emocional y búsqueda de una identidad distintiva. La naturaleza de la conducta de un adolescente está fuertemente influenciada por sus amigos y compañeros.
La psicología para adolescentes ha adquirido una gran importancia en los últimos años debido al aumento de casos de adolescentes que sufren de depresión, falta de identidad con sus iguales y dificultad para hacer amigos y crear vínculos. El terapeuta cumple una función primordial para acompañar al adolescente en el tránsito de estos cambios. Por tanto, la psicología para adolescentes tiene como objetivos el trabajo sobre aspectos de bienestar social y los relacionados con los cambios físicos y mentales del individuo.